
en una habitación,
las lágrimas se mezclan
con el olor a alcohol.
El brillo de esos ojos
hipnotizándome.
Morir era mi antojo
y algo me dijo que...
Para salir hay que caer.
Para caer tenés que entrar.
Y para entrar, hacerte amigo del destino fatal.
Para luchar hay que vivir
y no vivir para esperar
que la vergüenza se nos ría cuando nos vea pasar,
Tengo los clavos de mi cruz
y un corazón para guardar
la cara de ese ángel
que una vez me vino a salvar.
Los viernes de tragedia.
Los lunes de oración.
La vida era una mierda,
La muerte salvación.
No fue una novela.
No fue un L.S.D.
Tampoco mi conciencia
la que me dijo que...
Para salir hay que caer.
Para caer tenés que entrar.
Y para entrar, hacerte amigo del destino fatal.
Para luchar hay que vivir
y no vivir para esperar
que la vergüenza se nos ría cuando nos vea pasar,
Tengo los clavos de mi cruz
y un corazón para guardar
la cara de ese ángel
que una vez me vino a salvar.
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